jueves, 7 de noviembre de 2013

Moving on and end



Y ahora es cuando comprendo que nada es para siempre. Todo empieza a medida que va acabando como en el mismo Génesis. Pero no es en ese comienzo y fin lo que tenemos que tener en cuenta sino en el momento que se va trascurriendo hechos existentes entre medio, sean malos o sean buenos. Igualmente aprendemos de ambos hechos ya que los malos momentos nos hacen madurar y adquirir experiencia para razonar y poder saltar esa maldita piedra con la que tropezamos siempre situada en mitad de nuestro camino solitario mientras que los buenos momentos realmente no nos enseñan apenas nada solo a vivirlos como si fuese el último día de nuestra vida o el único porque el día tiene 86400 segundos de los cuales debemos aprovecharlos sin saber del mañana, quizás estemos muerto o quizás no. Quizás las llamas del sol se apaguen para siempre dejando de ver la cara que tanto observo con pausas para parpadear, quien sabe, nada de esto está escrito en un cuaderno de color por un boli negro. Mientras tanto yo me encuentro en esta triste silla de biblioteca planeando un futuro el cual no es nada seguro, quizás termina siendo todo lo contrario. Por lo demás se que las olas del mar seguirán llegando a la orilla, que la nieve seguirá siendo blanca y que las casas de las ardillas en los árboles seguirán igual pero mejor no tentar a la suerte. 
Me desconcierta no saber ni como me encuentro verdaderamente. Desconozco mis propios sentimientos a la misma vez que los mezclo creando uno propio. 
Mientras algo termina otra cosa empieza. Las estrellan dan vueltas alrededor de la Tierra mientras que los rayos del sol giran por la parte paralela. Los astros se organizan para no explotar unos con otros, yo voy al contrario, mis emociones se dispersan hasta que chocan y estallan, soy la pararela de todo este universo sin comprender donde me ubico, demasiado sitio solitario para mi sola.
Parece ser que los "holas" para mi son un "adiós". Caminar para atrás es mi gran error sin mirar las farolas que puede haber. 
Lluvia de hojas que que caen con frecuencia de finas ramas sobre un suelo rocoso solo en otoño mientras que en verano esta lluvia se convierte en sequía.
Parece ser que dependemos de la inexistencia de la vida.
Parece ser que dependemos de un estúpido reloj con sus vacíos tic tac que hace pasar horas y horas sin ser aprovechadas, culpable de ello los movimientos de traslación de la Tierra alrededor del Sol mientras rota sobre ella misma mientras que el sol se esconde de la luna y viceversa.
Similitud de las complicación en el universo con nuestra propia vida, todo da vueltas sin permanecer estable dejándome desencajada que termino sin saber quien soy, me confunde. Supongo que porque seguir en el mismo  camino de siempre deja de ser divertido y mas aun si sigues encontrando la misma piedra, de la que ya hablamos antes, con la que no dejas de tropezar siempre que la ves. Deja de caminar ese recto camino aburrido y metete en ese laberinto averiguando que puerta puedes abrir descartando las que no. 
Deja terminar el final como está escrito dejando rastro de tu vida por algún lugar que todo el mundo recuerde para empezar de nuevo este catastrófico juego interminable y contradictorio. 


Car mini Jared

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