martes, 14 de mayo de 2013

Dedicación


Madrugadas sentada en una silla delante de un libro lleno de historia mientras un dolor de estómago me está matando por dentro. Me dirijo a la cocina a beber un poco de infusión para calmarlo. Espero a que el agua empiece a hervir lentamente. Al poco rato el agua está lo suficiente caliente por lo que le vierto en mi taza preferida observando el humo subir para arriba. Me siento con esta taza delante pero quema demasiado me espero y comienzo a jugar con la pequeña bolsa de infusión que está dentro de la taza al llevar un rato con este juego veo que estoy utilizando esta pequeña bolsita llena de hierbas curativas como una metáfora. La cuchara empuja a la bolsita hasta hundirla en lo mas hondo. Esta se encuentra con una cantidad de azúcar que ya fueron ahogadas y empiezan el proceso de disolverse ellas mismas con el paso de los segundos. Pero la cuchara no ha conseguido lo mismo que logró con el azúcar. La bolsa vuelve a la superficie con la ayuda del agua, que cada vez es mas templada, que ha cambiado de color al haber metido la pequeña bolsa dentro de ella anteriormente. La cuchara vuelve a insistir una y otra vez pero sucede lo mismo solo que ahora hay menos cantidad de líquido, por cada sorbo que he dado. Cada vez queda menos por lo que la bolsita cada vez sube menos y menos hasta quedarse estancada a la misma altura de los mismos diminutos granos de azúcar, secándose hasta que es tirada a la basura. ¿Algo que ver con esta vida? Piénsalo.

Car mini Jared

No hay comentarios:

Publicar un comentario