Hoy es de esos típicos días nublados en los que todo lo que veo es de color gris por lo que solo me apetece dormir, dejándome caer en un profundo sueño pero realmente lo único que me queda es levantarme de esta maldita cama donde me retengo días tras días, tapándome los ojos con cada manta y sonreír con música es mis oídos porque estos días son como aquellas rachas malas interminables, repitiéndose continuamente.
Me planto delante de ese espejo, viendo como me acerco lentamente mirándome de arriba a abajo. Cuanto mas cerca estoy de él menos me gusto a pesar de ello sigo hasta estar lo suficiente cerca. Empiezo a practicar varias sonrisas observando cual es la mas creyente, la mas verdadera es la que sale por sí sola, por esa persona tan especial dejando atrás los días nublados, convirtiéndolos por días soleados en los que los pájaros revolotean sus alas, las flores empiezan a abrirse coloreando el campo con sus colores vivos y el tranquilo mar sigue con su va y ven.
Después de todo, esa sonrisa solo dura minutos. Me canso de practicar algo en lo que no encuentro ni valor ni significado cuando no hay razón. Visualizando mi cara en este espejo veo como todos mis errores y fracasos pasar por delante de mis ojos dejando todo mi rostro marcado con un gran desencajamiento. Se que mi vida no va sobre ruedas sin embargo voy a dejarla así de desordenada e imaginar como brilla el sol de tal manera hasta creer que mi día será el mejor de todos, olvidando ese tormentoso cielo del cual caía un gran chaparrón de lagrimas por encima de mis sucias converses.
Nuevamente, te encuentro a mitad de mi camino haciendo realidad ese sol imaginado por mi, desprendiendo rayos por todos lados. Nunca quise que esos viajes terminasen, pudiendo notar tu presencia tan lejana, pero llegan a su fin cuando bajas esos dos estúpidos escalones olvidando esa mirada, insignificante para ti mientras que para mi queda guardada en mi cabeza.
Comienza a desaparecer tu silueta bajo una repentina niebla mientras canto una melancólica canción con la que te recuerdo haciendo estallar mi fuerte lacrimal. Cada gota de lágrima en vez de salir hacia el exterior se acumula en mi mismo interior creando un mar dentro de mí. No me queda otro remedio, navegaré sin ningún rumbo aunque tengo la ayuda de dos remos prefiero dejarme llevar por la corriente, si, será mi guía. A pesar de que mi barca se encuentre inestable mi única preocupación es la monotonía en la que he empezado a vivir hace un par de años. Poco a poco sin darme cuenta, esta monotonía se va convirtiendo en una jodida agonía, en la que solo varía las agujas de mi reloj y mis pies se quedan quietos en el mismo cuadrado de suelo.
Soy consciente del eco que he podido llegar a crear en mi interior debido a mi frialdad, ahora quiero solucionarlo pretendiendo que seas tu quien lo arregles con afecto, haciendo cerrar mis ojos y poder sentirte, se que es difícil pero quiero que lo hagas.
No, no quiero mas esto, suspirar viendo como mis costillas se marcan en mi piel gélida, no poder entrelazar mis piernas temblorosas con tus piernas tan perfectas y perfiladas, no sentirme tan pérdida en este Atlántico.
Termino por darme por vencida tras verte desaparecer, volviendo al principio de todo, a los días grises practicando una falsa sonrisa en la cama sin antes hacerle una visita a mi enemiga
Mia, tan evitada hasta que caigo en la tentación. Al menos no me puedo quejar de mi única compañía, música.
Car mini Jared.